En sus cartas podemos vislumbrar no sólo el dolor que sentía por su trágica historia con Abelardo; sino el concepto que tenía sobre el amor y una visión sobre la mujer. Así, advertimos que estaba influenciada por la visión que tenían los hombres del género femenino. Se creía inferior a su amado. Esto explica que se maraville cuando éste le contesta una de sus cartas invirtiendo el orden natural:

"Yo me admiro, mi bien amado, de que derogando en vuestra carta el uso ordinario y también el orden natural de las cosas, para la fórmula del saludo, vos, por deferencia, habéis puesto mi nombre antes del vuestro: una mujer antes que un hombre, una esposa antes de su marido, una sierva antes de su amo, una monja antes que un monje y sacerdote, una diaconisa antes que un abad." 

 Eloisa afirmaba que el sexo femenino era el causante de muchas de las desgracias del hombre.

"¡Era preciso que yo viniese al mundo para ser la causa de tan espantoso crimen! ¡Sexo fatal! ¡El será, pues, siempre la pérdida y el azote de los más grandes hombres! También el libro de los Proverbios nos enseña que debe guardarse de la mujer: “(...) su casa es el camino del infierno; ella conduce hasta las profundidades de la muerte”. El Eclesiástico dice también: “(..) he encontrado que la mujer es más amarga que la muerte; ella es la red del cazador: su corazón es una lanza y sus manos son cadenas. Aquel que es agradable á Dios, se salvará de ella; pero el pecador caerá en sus lazos". Desde un principio, la primera mujer ha seducido á su esposo y le hizo echar del paraíso…"
 
(estas son algunas de las cosas que escribía Eloisa a su amado Abelardo)


Ref: para mayor información recurrir al texto de Pilar Cabanes Jiménez, de la universidad de Cádiz.

  VAMOS A PENSAR

Antes de seguir adelante, recopilando historia, proponemos abrir un espacio de reflexión.
   Si leemos detenidamente lo hasta aquí expuesto, podemos deducir que el lugar de la mujer fue cambiante en el transcurso de la existencia del ser humano sobre el planeta.
    Durante miles de años el rol de la mujer fue de suma importancia y valoración:
1.- Ella era quien cuidaba de la cría.
2.- Ella era la que proveía del alimento.
3.- Ella era la que cuidaba a los mayores del grupo.
4.- Ella era la encargada de educar a la prole.
5.- Cazaba, pescaba. Era la proveedora del sustento elemental para la vida cotidiana.

    Pero,también, desde siempre fue un misterio: la posibilidad de llevar en su vientre una nueva vida y de parir fue -desde tiempos inmemoriales- el gran tabú de la femineidad, si recurrimos a escritos antropológicos como los de Levi Strauss se puede apreciar el terror que se sentía ante la sangre (período de menstruación), que emanaba de la mujer.
   También, fue la mujer la que introduce el pensamiento mágico-animista, por lo tanto el dios creador, el dios protector, el dios proveedor era un dios mujer.
   Ahora bien, el ser humano desde tiempos inmemoriales tuvo inquietudes, investigo, se cuestiono. Así fue como,entre los primeros homínidos, el hombre salía de caza y en la búsqueda de mejores lugares para habitar, y la mujer se quedaba en el lugar con la prole pero no por ello sometida.
   
   Tal vez fue el pasaje del estado nómade al estado gregario lo que condujo al ser humano a la necesidad de establecer categorias en las comunidades, y a partir de ese momento comienza a emerger la sociedad patriarcal. 
   A partir de este momento histórico, el lugar de la mujer va a transfigurarse.
  La irrupción de la sociedad patriarcal también connota en la imagen de dios. A partir de ahora dios sera hombre. En las primeras civilizaciones de este nuevo período lo que prevalecerá es el politeísmo en donde a nivel del pensamiento mágico, los dioses serán tanto caracterizados como hombres y como mujeres. Obviamente, los dioses masculinos tendrán mayor poder que los femeninos, siendo estos últimosd representantes de la todo aquello que implique dar vida, como de protección: por ejemplo Zeus o Jupiter (según la mitología griega o romana) será el poseedor del poder supremo. Ares,Plutón. Afrodita, Venus, etc.
   En cuanto al lugar de las mujeres este va a comenzar a cambiar, podría decirse: casi de manera drástica. Acentuándose este drasticismo en la época de la Santa Inquisición, cuando a las mujeres se las persiguio hasta condenarlas a muerte de hoguera  tildándolas de brujas o hechiceras, a las mismas que desde épocas ancestrales se acudía para paliar los males.